sábado, 11 de septiembre de 2010

La vida en urgencias

El tema que hoy me ocupa la cabecita y este pedazo de pantalla es arduo importante y difícil de entender para la gente de a pie.

Otra vez vuelve a haber noticias de agresiones a personal sanitario en los centros dedicados a tal fin.

¡Es que la gente está muy mal de la cabeza! Llegan a urgencias creyéndose que todo es suyo y que tienen que atenderles antes que a nadie y solucionarlo todo en 5 minutos. ¡Pues NO! Eso sólo pasa en las películas y series de televisión, vuelvan a la realidad. Si estuviesen realmente mal entrarían directamente en la sala de críticos.

Consejo número 2: lo primero a llevarse de casa cuando se dirige uno al hospital es un poquito de educación. Seguro que en alguno de sus bolsillitos cabrá una pizquita. Ésta brilla por su ausencia. Y lo más triste es que se dá más en personas jóvenes y de mediana edad, que supuestamente han recibido una educación más o menos aceptable... En un centro hospitalario hay unas normas, y si el personal dice que hay que cumplirlas hay que cumplirlas, y punto. Y si no: pues se llama a los de seguridad y te arreglas con ellos.

Ahora va una advertencia para navegantes, el que quiera que atienda.

El colmo es que, después de todo un día de aquí para allá, sin parar, sentándote a veces solamente cuando vas a mear y hasta los huevos de que una listillas pretenda insinuar que sabe más que tú y que los médicos y que Dios en vida (¿entonces para qué van a urgencias?), te llega el borrachito de turno montando el espectáculo, esposado a la camilla, boca abajo, con un olorcillo asqueroso que tira para atrá y con ganas de guerra. Si quieres pasarte un buen rato poniéndote hasta el culo (jóvenes y no tan jóvenes...) no vallas luego a dar la vara a la gente que está trabajando y a la gente que realmente necesita atención, duerme la mona en una cuneta. Algunos médicos abren un parte judicial a este tipo de intoxicaciones. ¿Qué significa esto? Que en unos días, cuando ya se te haya pasado el dolor de cabeza de la resaca, te llegará a casa una factura de 500 euros. Esto deberían de hacerlo siempre y seguro que alguno se lo pensaba dos veces antes de tomarse una copa más.

Yo opto por hacer un llamamiento al SERGAS, que se apiade de nosotros y nos pague un plus de peligrosidad. Aguantamos más mierda... Tenemos que andar todo el día esquivando minas como si estuviesemos en un campo de batalla.

O, por otra parte, hacer un llamamiento a los medios de comunicación para que pongan algo más que a quién se tira el famosillo o famosilla de turno, podrían hacer un esfuerzo para enseñar lo que es el RESPETO (definido en los diccionarios de lengua española como: valorar a los demás, acatar su autoridad y considerar su dignidad).

Enfermeras unidas contra la falta de riego sanguíneo cerebral de algunos individuos raros. ¡Rebelaos!
P.D: A los médicos también se les puede hablar. No muerden.

1 comentario:

  1. La rea es mas tranquila jajaaj, yo también trabajé en urgencias y es tal como lo describes, pero así es la vida de los sanitarios, ánimo y no decaigas..

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