lunes, 15 de junio de 2009

Cristino Rodando

Exactamente 2 minutos después de que mi mamá apaga la luz para ir a dormir, mi mente se precipita a plomo hacia una oscuridad sumergida en el inconsciente...
El cielo azul brillante, con nubes rosa de algodón de azúcar y suave hierba tierna me rodean. El parque está desierto y mi perrita Farlopita descansa su cabeza sobre mi tripita.
Huele a fresco y la brisa arrastra un susurro. Me cuesta levantarme (en los sueños siempre es difícil ponerse de pie). Tras unos arbustos cercanos, Farlopita olisquea algo que yace en el suelo. Farlo le toca suavemente con el hocico y él se despierta sobresaltado. Un muñequito de trapo, desgastado y ennegrecido por el tiempo. Tiene una cara preciosa, tierna, pero sus ojos... son tristes...
"Cristino Rodando soy", se presenta el susodicho. "Mi vida es la pena que queda después de la gloria. Efímero poder, riqueza, pretensión... El mundo se volvió loco conmigo, pusieron una fortuna sobre mí y todo fue muriendo a mi alrededor. A pesar de todo el dinero, cargaba a mis espaldas la vergüenza que provoca la muerte estúpida de quien no recibe medios para evitarla".
Dos lágrimas se derramaron por sus mejillas y Farlopita gimió a su lado.
"Yo sólo era un entretenimiento, pero me rompí..."
La vergüenza no es algo que se pueda esquivar fácilmente... Me pregunto si un deportista vale más que miles de vidas...

1 comentario:

  1. Hola, me gusta como describes tus pensamientos, y la forma que tienes de hablar de las personas en otros téminos, felicidades, espero que tu perfil lo amplies con una foto para conocerte, un saludiño de diables

    ResponderEliminar